The games people play (na-na)
No vamos a caer en debates funcionalistas inútiles e irrelevantes de que “si te hacen más inteligente o más estúpido”, o sobre la verdadera condición interactiva de sus participantes. Lo que si sabemos con certera intuición es que los videojuegos son el producto cultural/tecnológico más maravilloso que ha parido nuestros tiempos.
Capaz puede ser porque es un medio forjado y determinado por el principio del juego: una industria creada y alimentada por homo-ludens que por toda su historia ha sido caracterizada por la imaginación, el humor y el placer que se vive en el sacrificio del tiempo.
Capaz porque es un medio artístico de una complejidad elevada que se nos escapa por su humilde posición en el espectro cultural. Como una vez dijo el sub-comandante Flavio: “es la único arte que combina audio(foley), música, ilustración, escultura (3D), actuación, programación en una espacio narrativo no-linear” (parafraseado)
o capaz es porque los videojuegos han hecho posible una realidad fuera de la virtual en la que “los trabajadores culturales más importantes de nuestros tiempos son niños”.
Hoy en día ese kinderland que crece y se hace más fuerte entra en una etapa de mutación super emocionante gracias al hecho de que cada vez se hace más posible la autoría dentro de él. Las herramientas se simplifican y se hacen más accesible para que productores independientes produzcan títulos que no necesariamente dependan de la industria multimillonaria de las consolas. Es la misma historia del cine y la liberación de la cámaras baratas y los softwares de edición caseros; y si, se que la democratización de los medios y la promesa del DIY no ha sido tan dorada como prometida (lamentablemente la multiplicidad de voces solo ha traído más cacofonía homogénea), pero siento que con los videojuegos todavía hay una gran esperanza debido a la complejidad de su elaboración y por su joven historia. Estamos en un punto en el medio en el que cualquier crecimiento y movimiento va a ser positivo; todo lo que no has dado hasta ahora ha sido increíble, no puedo imaginar lo que traerá una rama alternativa a este medio que siendo masivo ya es increíble.
Uno de los ejemplos más arrechos de esta mutución es un arcade punky en Queens NY llamado Babycastles, el cual aparte de hacer juegos originales, los montan en piezas y controles de arcade super repetables y se han metido en la escena de noche de la ciudad instalando consolas en espacios pa toques y armando fiestas pa ñoños hasta con Wu-tang Clan.
Aqui hay un documental que estan haciendo los nerdatos estos:
Todo viene porque Morreo me paso este libro bien arrecho (del hombre que llevo a vida los juegos de mesa de guerra que diseño Guy Debord) y me pidió que lo posteara. De ahi sale la cita de que “los niños son los trabajadores culturales…”.
